Mi viaje personal: El camino que me llevó a abrir este blog

No es una historia bonita, tuve que enfrentarme a mi dolor, a mis miedos, a mis heridas y aprender a ser valiente y lo más importante a confiar en mí y en mis capacidades, para que esto pudiera salir a la luz, pero aquí vamos.

Arnel Hasanovic en Unsplash

El inicio

Quiero comenzar por el principio, será una historia larga, pero quiero que me entiendan y que me conozcan. Más allá de inspirarme en Zoe Sugg y querer vivir de las redes sociales como ella, mi viaje inicia desde que iba en la escuela secundaria, sobre todo en el último año; estaba nerviosa y muy asustada, estaba a casi nada de entrar en la preparatoria y seguía sin saber qué hacer con mi vida.

Sabía con certeza que quería sentirme a gusto en un lugar donde pudiera ser yo misma, donde pudiera compartir lo que me gusta, mis hobbies, mi amor por la cultura y las artes, la historia, los idiomas, pero no había ningún lugar donde pudiera trabajar que fuera así.

Pero seguía pensando que en el mundo digital así como Zoella, eso sí sería posible para mi, pero continuaba con miedo, pues al ser una persona tímida y poco sociable no pensé que eso fuera posible para mi, además de tener una pésima autoestima y no creer para nada en mí o en mis capacidades en ese momento.

Terminé la secundaría, pero no entré enseguida a la preparatoria hasta un año después, ya que vendimos mi antigua casa y posterior a eso nos mudamos. Durante ese transcurso reanudaba el mismo pensamiento una y otra vez “Quiero vivir de las redes sociales como Zoella, quiero tener la libertad de mi tiempo, pasar momentos de calidad con mis perritos y mi familia y poder estudiar arte con total independencia de tiempo, lo tengo que lograr, vamos Itzel, tu puedes”, pero al final no hacía nada, volvía ese sentimiento de miedo total y paralizante.

La continuación

Así pasó ese año anterior, y entre en la preparatoria abierta por 2 años (después de varias preparatorias previas hasta que encontré una que me gusto), todo estaba bien, pero ya casi al terminar la escuela, esos pensamientos de incertidumbre me invadieron de nuevo: ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Qué voy a estudiar? ¿En dónde voy a trabajar?...En fin para este punto nada me llamaba la atención, creía que vivir y ser adulto era un completo infierno, lleno de infelicidad y pesares.

Aunado al hecho de que le perdí el gusto a la vida desde la secundaria, y deje de interesarme por todo de forma abrupta dejando de lado todo lo que me gustaba y me hacía feliz por querer conseguir hacer felices a los demás.

Sobre todo para que sintieran la tranquilidad de que había hecho algo bueno por mi vida tomando el camino que ellos querían para mi y dejando de lado mi verdadera esencia e identidad. Hoy lo entiendo te dicen todo eso para evitarte un sufrimiento innecesario y para que lleves una vida normal y decente, pero eso me dolió muchísimo hasta el alma.

El desenlace

Fue prácticamente lo mismo en la Universidad, estuve en varias universidades, ninguna me llamaba la atención, ninguna carrera me gustaba, hasta que opte por Ciencias de la Comunicación, solo por el simple hecho de que me gusta leer y escribir.

Me seguía sintiendo mal, me sentía aprisionada y solo pensaba “Dios mío, cuándo voy a morir, esta vida es un infierno, yo no quiero pasar por este calvario, no lo quiero soportar, no lo quiero vivir”. En mi mentalidad de ese tiempo creía que morir era la única salida para dejar de sufrir, lo peor de todo es que sufría en silencio, mi cuerpo entero estaba como contraído, tenía una coraza, me obligaba a mi misma a no sentir, a no reaccionar a nada, tenía siempre la misma cara de póker para evitar que la gente hiciera preguntas y me aislaba de todo y de todos; no era tan amiguera, pero trataba de ser amable y respetuosa con todos, sólo interactuaba con la gente cuando era necesario y evitaba hablar más de la cuenta para que no sospecharan que tenía algo, o mejor dicho para evitar que se dieran cuenta que me estaba muriendo del dolor por dentro, en serio, así me sentía, como una muerta en vida.

"En mi mentalidad de ese tiempo creía que morir era la única salida para dejar de sufrir".

En ningún momento dejó de pulular en mi mente el sueño de querer vivir de las redes sociales como Zoella, siempre lo tuve muy presente en mis pensamientos. Digo si otros lo han hecho, porque yo no puedo.

Hasta aquí la primera parte…